¿Qué es “Coffee To Go”?

Comprenda la cultura estadounidense del café para llevar y el auge del café de especialidad en Estados Unidos. Cuando pensamos en Estados Unidos y el café, es casi imposible no imaginar ese vaso desechable blanco con tapa, como el que se ve en películas y series, o en las manos de alguien que va corriendo por la calle. Este es el famoso "coffee to go". Pero lo que pocos saben es que este hábito va más allá de la comodidad. El café para llevar es un reflejo directo del estilo de vida estadounidense, marcado por las prisas, la productividad y la idea de que cada minuto cuenta. Pero en los últimos años, ha sucedido algo interesante: los estadounidenses han comenzado a prestar más atención a la calidad del café que toman, incluso cuando lo consumen para llevar.

¿De dónde surgió el "coffee to go"?

La costumbre de tomar café fuera de casa existe desde hace siglos, pero el concepto de "café para llevar" comenzó a tomar forma a principios del siglo XX. En 1907, el abogado estadounidense Lawrence Luellen creó los primeros vasos desechables para beber de forma higiénica. Esto sentó las bases para el uso de vasos para bebidas calientes, como el café. Décadas más tarde, en la década de 1960, la cadena de tiendas de conveniencia 7-Eleven comenzó a vender café en vasos desechables con tapa para llevar. Fue entonces cuando el concepto de "coffee to go", tal como lo conocemos hoy, comenzó a extenderse. Pero el gran avance llegó en la década de 1980, cuando Starbucks popularizó el consumo de café fuera de casa, centrándose en la experiencia del consumidor. La marca transformó el café en una rutina diaria para millones de personas, y la taza blanca con el logotipo verde se convirtió prácticamente en un icono de la cultura estadounidense.

¿Por qué a los estadounidenses les gusta tanto el café para llevar?

Es importante entender que el café en Estados Unidos está directamente vinculado a la idea de productividad. Es común encontrar estadounidenses con una taza en la mano temprano por la mañana, de camino al trabajo o en reuniones. A menudo, el café sirve casi como un "acompañante" para sobrellevar el día. Además, el país valora mucho el consumo rápido, práctico y personalizado. Por lo tanto, los vasos desechables con tapa fueron la solución para quienes no quieren (o no pueden) tomar un café tranquilamente en una cafetería. Esta cultura ha influido directamente en la distribución de las cafeterías del país. Muchas ni siquiera ofrecen asientos, ya que se centran en el servicio y la entrega rápida. Esto no significa que a los estadounidenses no les guste disfrutar de su café con más tranquilidad, sino que la comodidad suele ser más importante en su vida diaria.

¿Y dónde encaja el café de especialidad en esta historia?

Durante mucho tiempo, el café consumido en Estados Unidos se limitó principalmente a café comercial: granos de calidad básica vendidos en grandes cantidades. Pero esto ha comenzado a cambiar con la llamada "tercera ola del café", un movimiento que valora el origen, el tueste, el método de preparación y, por supuesto, la calidad del grano. En los últimos años, el consumo de café de especialidad ha crecido significativamente en Estados Unidos. Según la Asociación Nacional del Café, para 2024, el 45 % de los estadounidenses declaró haber consumido café de especialidad el día anterior, una cifra nunca antes vista. Esto demuestra un cambio real en los hábitos de consumo, incluso en un país donde el café se consume generalmente con prisa. Otro dato interesante: un estudio de Comunicaffe indicó que se espera que el mercado del café de especialidad en Estados Unidos alcance aproximadamente los 81 800 millones de dólares para 2030, con un crecimiento anual promedio de casi el 10 %. La mayor parte de este crecimiento proviene de los consumidores más jóvenes.

La Generación Z está cambiando la forma en que tomamos café

La llamada Generación Z, jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, ha preferido cafés más elaborados, con sabores diferentes, granos de origen conocido y procesos de preparación más cuidadosos. Esto no significa que hayan abandonado el "coffee to go", sino que han comenzado a exigir una mayor calidad en su consumo. Una encuesta de la firma de análisis Investopedia reveló que casi el 90% de los consumidores de entre 18 y 24 años prefieren el café de especialidad. Esto es muy relevante, especialmente para tostadores y cafeterías que están atentos al futuro del mercado. Hoy en día, muchas cafeterías en EE. UU. han adaptado sus modelos de negocio para ofrecer café de especialidad "para llevar". Esto significa que pueden disfrutar de café de origen único, recién molido y preparado con métodos como V60 o espresso, sin renunciar a la comodidad de una taza con tapa.

¿Y en Brasil?

El hábito del "coffee to go" no es tan fuerte en Brasil como en Estados Unidos, pero eso está cambiando. Con el ajetreo de las grandes ciudades, el auge de las cafeterías callejeras y la apreciación del café de especialidad, ya estamos viendo el surgimiento de modelos más prácticos, como el café en quiosco o incluso opciones de autoservicio. Para las empresas brasileñas del sector, como cafeterías, tostadores y proveedores de equipos, este movimiento representa una gran oportunidad. Es posible adaptar el concepto estadounidense, pero con nuestra propia identidad: café de alta calidad, servicio atento y respeto por el origen de los granos. El "coffee to go" forma parte de una cultura que valora la comodidad, la rapidez y la productividad. Pero eso no significa que el café tenga que ser malo o insípido. Al contrario, el crecimiento del café de especialidad en Estados Unidos demuestra que es posible combinar comodidad y calidad. La tendencia es que cada vez más consumidores, incluso en Brasil, buscan mejores cafés, incluso cuando tienen prisa. Esto abre espacio para la innovación, mejores servicios y una mirada más cercana a todo lo que involucra al café.